Esta ley recientemente sancionada, tiene antecedentes
históricos tanto en nuestro país como en Estados Unidos.
Durante el gobierno militar surgido en Marzo de 1976, el
Almirante Eduardo Emilio Massera, puso
en práctica con gran éxito, una figura similar. La estrategia consistía en que
los guerrilleros apresados, en su mayoría montoneros, en los interrogatorios,
denunciaran a sus cómplices. Si bien algunos desesperados al no soportar la
descarga eléctrica, terminaban por dar nombres al boleo; en las redadas
siempre caía algún
Eduardo E. Massera |
Pero también hubo casos más sutiles en los que el término
de ARREPENTIDO encuadraba perfectamente, eran aquellos que al ser detenidos y para
evitarse interrogatorios desagradables, se ofrecían a dar datos concretos de militantes
subversivos, y acompañaban a los grupos de tareas en los allanamientos, señalando
los lugares donde se escondían con sus
mujeres e hijos. Esto ayudó a detener y/o eliminar gran cantidad de “delincuentes
apátridas”.
Es oportuno señalar, ya que entramos en el tema de los
sucesos de los años del 76 al 83, que recientemente a raíz de declaraciones
oficiales surgidas desde el Ministerio de Justicia, el Secretario de Derechos
Humanos y Pluralismo Cultural: Claudio Auruj, aseguró que el número de
desaparecidos en el periodo mencionado, es indeterminado pudieron ser 6 o 5 mil,
lejos de la cifra de 30 mil que se manejó en años anteriores. El mismo funcionario Auruj, que anteriormente se
desempeñó como presidente del Museo del Holocausto, precisó que; “nunca se
determinó fehacientemente si las víctimas del Nazismo fueron, 6 o 5 millones” Y
es razonable, quién se va a poner a contar las víctimas.
EL MCCARTHYSMO
Después de la
segunda guerra mundial, entre 1947 y 1950, la tensión entre los bloques Capitalista
y Socialista, en lo que se llamó la guerra fría, creció al punto de
considerarse inevitable la tercera guerra mundial. La histeria antirroja en los
Estados Unidos alcanzó grados de paroxismo.
En el Senado Norteamericano se creó el COMITÉ DE
ACTIVIDADES ANTINORTEAMERICANAS.
El hombre más notorio que lideró este comité se llamó
Joseph McCarthy.
El lema de este comité era: Toda persona sospechada; Era
inscripta en una lista (listas negras) y podía ser privada de su puesto de
trabajo o internada en un centro de detención.
Joseph R. McCarthy |
Olvidando el principio jurídico de la presunción de
inocencia, el comité aplicaba la presunción de culpabilidad y era el acusado
quien tenía que probar su inocencia.
Quienes reconocían su culpa por haber tenido alguna
vinculación con el partido comunista (que era legal) podía salvarse, delatando
a sus compañeros.
En un clima de sospecha alimentado por la difamación y los
rumores, se descubrieron algunos culpables de tener relación con el partido
comunista, pero a costa de perseguir a muchos inocentes.
El clima de delación se extendió a los círculos de la
cultura cuando el comité puso sus ojos sobre Hollywood.
El record lo batió el guionista Martin Berkely al
denunciar 162 autores, presuntamente
infiltrados en la industria cinematográfica.
En 1952 el Congreso publicó la lista de 342 nombres de
“antinorteamericanos” a los que no se les debía proporcionar trabajo en ninguna
actividad.
Se intervinieron teléfonos, se violó correspondencia privada, y
sumarios secretos se filtraron a la prensa deliberadamente para que ésta los
difundiera.
A los testigos de la acusación se los instruía previamente
sobre lo que tenían que declarar.
Notorios periodistas presionaban a los productores para
que no contrataran sospechosos, bajo amenaza de destruirlos en sus
publicaciones.
El famoso comentarista político Walter Lippman leído en
todo el mundo, había sido en su juventud un “radical”, un socialista
revolucionario, pero al tiempo adquirió una mentalidad conservadora. Se
convirtió en una especie de voz extraoficial del gobierno. Sus libros fueron “Bestseller” debido a sus escandalosas
denuncias. Defender los poderes del dinero resulta en general más lucrativo y
menos riesgoso que combatirlo
En las “listas negras” de Hollywood, figuraban nombres
como Charles Chaplin, Orson Welles, Gregory Peck. El actor John Garfield, una
estrella de ese momento, según una versión, se suicidó. Dashiel Hammet, el
célebre creador de la novela negra, que se negó a testimoniar, fue condenado a
prisión por desacato, y el famoso guionista Dalton Trumbo fue marginado por las
productoras, aunque siguió escribiendo guiones con sedudónimo, y ganando varios
premios. Recientemente se estrenó la película “Trumbo” ganadora de varios
Oscars, en donde se refleja descarnadamente y con cierto grado de humor, el
nefasto periodo del Mccarthysmo.
Las investigaciones y purgas se extendieron al campo
sindical y docente. La ley antiobrera “Taft-Hartley” , además de trabar al
máximo la posibilidad de huelgas por mejoras salariales, exigió a los
dirigentes firmar bajo juramento no ser
comunistas.
El delirio persecutorio del Senador Mccarthy lo
llevó a asegurar tener una lista de 205
comunistas que prestaban servicio en el Departamento de Estado. Poco después
bajó la cifra a 81, y tres días más tarde a 57. Todos, decía, con carnet de
afiliados al partido comunista. Nunca pudo dar a conocer los nombres de los
acusados. Tengamos en cuenta que la denuncia echaba sombras sobre el gobierno
de D. Eisenhower nada menos, héroe de la segunda guerra mundial. El Gral
Eisenhower fue el Comandante en Jefe de las fuerzas aliadas, el estratega del
desembarco en Normandía (el famoso día D) que produjo un giro importante para
el desenlace de la guerra.
Finalmente, los métodos arbitrarios y sin fundamento de
sus acusaciones terminaron por desacreditar al Senador Mccarthy, quien fue
destituido por el mismo Senado en 1954.
TODO ESTO PASÓ ANTES. VAYAMOS AL AQUÍ Y AHORA
Fue una promesa de campaña del Presidente Mauricio Macri,
que se cumplió.
Esta Ley tiene por objeto combatir la corrupción. En el caso
en que éste, el arrepentido, esté cumpliendo alguna condena, como beneficio por
la colaboración, el arrepentido tendría una reducción en la pena, de 15 años
como máximo, En ningún caso la eximición de prisión.
Periodistas muy acreditados, antes de que se sancionara la
ley, se dieron a la riesgosa tarea de
llevar adelante investigaciones que tuvieran que ver con este tema.
Durante semanas concurrieron a instituciones carcelarias y
pusieron frente a las cámaras el testimonio de presidiarios, (algunos condenados
a prisión perpetua) quienes denunciaron a funcionarios de gobierno de delitos
no sólo de corrupción sino también de crímenes, no como autores materiales,
pero sí como autores intelectuales.
Muchos periodistas publicaron numerosos libros (algunos se
convirtieron en Best- sellers) en los que, con
Luis M. Majul y M. Macri (der.). Jorge Lanata (izq.) |
Con estos antecedentes; Jueces y Fiscales comenzaron a
allanar oficinas, propiedades, excavar campos, acopiando elementos de prueba,
que permitieron desentrañar la trama secreta de la corrupción. De esta manera
han sido detenidos y procesados empresarios y “testaferros” ligados al poder
político, que a su vez se han constituído en “arrepentidos”, y denunciaron a
los más altos funcionarios del gobierno anterior.
En los últimos meses la mira sobre la corrupción, también
se ha posado sobre el arte, y la
cultura, por llamarlo de alguna manera, el Ministro de Medios. Hernan Lombardi,
está llevando adelante la tarea de
limpiar las áreas de cultura y comunicaciones de elementos corruptos. Ha
cancelado licencias en radios y televisión y han salido a la luz contratos con
actrices y actores por cifras millonarias pagadas por el estado. Todos estos
actores, actrices y productoras de programas han sido denunciados y los casos están
en manos de la justicia. Todo esto ha merecido una amplia difusión en los
medios. El actor Mario Galvano, denunció al presidente de AASAI, el actor Pablo
Echarri, a Pepe Soriano y Martín Seefel, además de involucrarlos en otras
irregularidades. También el periodista del diario La
Nación , José Crettaz publicó una lista que involucra a trabajadores de la cultura en
general y a actores como Luís Machín, Gil Navarro, Jorge Marrale, y entre otros
a Alejandro Awada (hermano de la Primera
Dama y por consiguiente cuñado del Presidente, aunque hay que
aclarar que el actor está distanciado de la familia). Todas estas personas han
sido denunciadas por recibir subsidios del gobierno anterior entre los años
2010 y 2015. El periodista de La
Nación agrega que varios de estos actores se han declarado
favorables al Kirchnerismo y participado
en spots y actos del FPV.
José Crettaz |
AADI. Etc. han manifestado su repudio para con el
periodista José Crettas, calificando su lista NEGRA como similar a las del
MCCARTHYSMO.
Como decimos siempre, esto ya pasó antes.